Morteros según su aplicación dentro de la industria
Los morteros son una mezcla de diferentes componentes que sirven para prefabicados de albañilería, sin embargo, los tipos que existen depende de la aplicación que se le quiera dar
Los morteros para albañilería se definen como una mezcla compuesta de uno o varios conglomerantes inorgánicos, de áridos, de agua y, a veces, de aditivos para prefabricados de albañilería (fachadas, muros, pilares, tabiques), rejuntado y trabazón de albañilería. Las mezclas de los agregados en un mortero deben ser homogéneas y sus componentes se deben utilizar en unas proporciones determinadas, de acuerdo con la utilización prevista del mortero.
El mortero de cemento se vuelve duro cuando cura, dando como resultado una estructura agregada rígida; sin embargo, el mortero funciona como un componente más débil que los bloques de construcción, operando como elemento de sacrificio en la mampostería. Esto es así porque el mortero es más fácil y menos costoso de reparar que los bloques de construcción. Es una creencia común que cuanto más fuerte sea el mortero, mejor; sin embargo, si el mortero instalado es más fuerte que las unidades de mampostería, hará que la mampostería más blanda se astille y se agriete.
El mortero es recomendado para pegar piezas de mampostería, revestir paredes, aplanar superficies y lograr acabados finos
TIPOS DE MORTEROS SEGÚN SU APLICACIÓN
Hay diferentes tipos de morteros disponibles y, lógicamente, cada mortero tiene sus propias ventajas y desventajas, y aunque a veces resulta confuso, es muy importante hacer una buena selección del mortero correcto para un proyecto de construcción. Si bien todos los morteros deben ser resistentes a la infiltración de humedad, las mezclas de mortero varían según la resistencia, la adherencia y la flexibilidad. El mortero puede prepararse de diversas formas para obtener mezclas que pueden emplearse, dependiendo de la finalidad, por ejemplo: mortero bastardo (mezcla para pegar), mortero aéreo (para revestir el techo) y mortero de cal (para revestir paredes).
A continuación conozcamos algunos tipos de morteros más utilizados en albañilería:
Morteros para uso corriente. Son morteros para albañilería sin características especiales. Se suelen utilizar en juntas cuyo espesor es superior a 3 mm y en las que, únicamente, se utilizan áridos normales.
Morteros para juntas finas. Son morteros diseñados para realizar juntas cuyo espesor esté comprendido entre 1 mm y 3 mm. A este proceso de rellenar las juntas con mortero se le denomina “rejuntado”, y es el que une las baldosas entre sí evitando, entre otras cosas, que la suciedad y la humedad se acumulen en la junta.
Dentro del concepto de morteros para albañilería, se incluyen todos los que se emplean en los trabajos de mampostería, así como en los trabajos de revoques externos y enlucidos internos.
Morteros ligeros. En estos morteros se utilizan, por regla general, áridos ligeros; es un material premezclado de resistencia controlada, compuesto por material cementante, arena, grava, agua y aditivos. Se diseña como un material de resistencia y peso volumétrico bajo. Por sus propiedades, el mortero ligero es ideal para el relleno y nivelación de pendientes.
Morteros de cal. Los morteros de cal son aquellos morteros que están fabricados con cal, arena y agua. La cal empleada puede ser aérea o hidráulica, con la diferencia de carbonatar en contacto con el aire (aérea) o, fraguar en agua (hidráulica).
Morteros de cemento. El mortero de cemento es un material de construcción obtenido al mezclar arena y agua con cemento, que actúa como conglomerante y sirven para unir o aparejar elementos de construcción tales como ladrillos, piedras, bloques de concreto, etc.
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