Lijado húmedo: Papel de lija al agua

Publicado en: Notas | 8 agosto, 2022

El uso del papel de lija es necesario para diversas tareas, sobre todo en trabajos de carpintería de madera, pero también sobre otras superficies como metal, vidrio, plástico y cerámica, entre otros materiales.

Tanto el lijado húmedo como el seco ayudan a suavizar la superficie de un objeto, pero de diferentes maneras: para el lijado en seco el papel de lija está completamente seco; mientras que, para el método húmedo, se lubrica el papel de lija con agua u otro líquido, a menudo un detergente.
La composición del papel de lija es simple: una base de papel, más o menos gruesa aunque también se confeccionan lijas en tejidos de algodón, poliéster y fibra vulcanizada, que lleva adheridas partículas o granos de materiales abrasivos, como carburo de silicio, óxido de aluminio o corindón de circonio. Las lijas más gruesas se emplean cuando es necesario quitar mucho material, mientras que las más finas cuando se busca un acabado más fino.

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Las lijas pueden tipificarse en base a diferentes factores; por ejemplo, el material del cual están hechos sus granos, la cantidad de granos, el soporte, por el aglutinante o el recubrimiento que poseen.

¿Humedo o en seco?
El lijado en seco probablemente será más agresivo, especialmente con papel de lija de menor número de grano. Esto permite dar forma a la pieza de trabajo o rectificar significativamente superficies irregulares para nivelarlas. El lijado en húmedo se usa en una etapa posterior del proceso para resaltar el brillo del objeto, o prepararlo para su acabado final. Sin el líquido, el material puede acumularse en el papel de lija y dejar rayones más grandes que el tamaño de las partículas, arruinando el acabado.

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