Lijado en rincones
El lijado es un proceso que requiere de la elección de las herramientas correspondientes, así como las maquinas adecuadas. El lijado a mano también lleva un par de recomendaciones para garantizar los resultados que se esperan
Tal como lo hemos visto en artículos anteriores, el lijado a mano es algo muy común y muchas veces imprescindible en algunos objetos muy intrincados o con formas difíciles. Para lijar a mano podemos utilizar hojas de lija, esponjas lijadoras y lana de acero. También incluiremos las limas y escofinas como un complemento más para lijar. Aunque el proceso requiera del rigor y también de la fuerza, es un tratamiento delicado que nunca debe subestimarse. Así pues, las lijas cargan la responsabilidad de preparar superficies, pero depende de nosotros encontrar la mejor opción para cada tarea. Las lijas logran suavizar la superficie de forma gradual, para así conseguir un acabado sin marcas y sin defectos de la superficie.
El lijado a mano brinda el mayor control sobre la forma de la superficie de la madera
Puede abordar esquinas y huecos que una máquina no podría alcanzar.
• Para los rincones o esquinas de difícil acceso, se recomienda emplear un raspador que esté afilado y que nos permita tratar la zona sin dejar estrías o arañazos.
• Para el lijado de patas, husillos y otras zonas redondeadas no se requiere el uso de bloques o calas. Para tratar estas superficies sólo será necesario envolver una tira de tela o papel abrasivo alrededor de la pieza, y tirar de los extremos hacia delante y hacia atrás, en un movimiento continuo de arriba hacia abajo para lijar toda la pieza. Para el lijado de este tipo de partes se recomienda emplear un grano de lija más basto que el empleado para las superficies planas, el cual nos permitirá poder lijar mejor las testas y las vetas cruzadas de la madera.
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