Las lijas del carpintero
Las lijas de carpintero son herramientas esenciales para el lijado y pulido de superficies de madera. Su fabricación implica un proceso meticuloso que involucra la selección de materiales adecuados, la aplicación de adhesivo y abrasivo sobre el respaldo, el secado y endurecimiento, y finalmente el corte y empaquetado de las lijas.
Todo este proceso garantiza la calidad y eficiencia de estas herramientas abrasivas en el trabajo de carpintería. Las lijas de papel se clasifican según diferentes características que determinan su uso y capacidad de abrasión. Una de las clasificaciones más importantes es la granulometría, que se refiere al tamaño de los granos abrasivos presentes en la lija. Esta clasificación se realiza utilizando una escala numérica llamada “grit”. Cuanto más alto sea el número de grit, más fino será el grano y menor será la capacidad de abrasión de la lija.
Las superficies pueden alisarse, pulirse, abrillantarse o simplemente limpiarse con el procedimiento de lijado.
- Tipo de grano: Los tipos de grano se clasifican de acuerdo con su composición. Los de carburo silicio tienen la propiedad de ser muy puntiagudos y de ofrecer siempre nuevas aristas, por lo que ofrecen mejor acabado que ningún otro de los minerales. Son utilizados para lijar metales no ferrosos, como el cobre, aluminio, así como el vidrio, plástico, piedra, cerámica y todos los recubrimientos, como lacas, barnices y pinturas automotrices.
- Tamaño del mineral: El mineral se clasifica por el tamaño. Gracias a un proceso de cribado, se obtienen distintos valores de graduación, que también tienen aplicaciones específicas. El tamaño del mineral corresponde a la cantidad de divisiones por pulgada lineal que tiene el tamiz con el que se ha cribado.
Cada lija se diseña para un propósito específico, dependiendo del tipo de sustrato en el que se utilice.
Un proceso de lijado incluye tres etapas
- Desbaste
- Acabado intermedio
- Acabado final o pulido
Cada lija se diseña para un propósito específico, dependiendo del tipo de sustrato en el que se utilice ya sea metal, madera, recubrimientos automotrices, vidrio, etcétera. Los grados de lija del rango del 36 al 80 se utilizan para desbastar, del grado 100 al 150 para dar un acabado intermedio y a partir del 180 hasta el 3000 para dar un acabado final. La importancia del uso de la lija reside principalmente en el acabado de los productos, un mal proceso de lijado puede tener implicaciones en la calidad del producto final.
Las lijas tienen diferentes especificaciones para adaptarse a diversas tareas. En ese sentido, tenemos que atender a las propiedades que componen las lijas, para después abordar la técnica adecuada de uso.