Grifos libres de tóxicos
Más allá del funcionamiento ideal de los grifos, en el que interactúan diferentes componentes, está la importancia de mantener pura el agua que transita.
Los grifos, como dispositivos de punto final, deben suministrar el agua potable con la calidad necesaria para ser consumida. Por esta razón, el proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-012-CONAGUA-2015, grifería, válvulas y accesorios para instalaciones hidráulicas de agua potable; establece que las soldaduras y las pastas que se utilicen en la fabricación de los grifos, no deben exceder un contenido del 0.2% de plomo, que es el principal contaminante en estos componentes.
Ahora bien, el material determina en gran medida el grado de toxicidad, pues distintas aleaciones como el latón, el bronce o el acero contienen una dosis de plomo, por lo que en las tomas de agua potable debe regularse su porcentaje.
La intención de este proyecto de norma es que los fabricantes estén obligados a declarar que sus productos cumplen con los requisitos de salubridad. En primer lugar, ninguno de los materiales que se utilice para su fabricación puede exceder un porcentaje de 4% de plomo. No obstante, en promedio, todos los componentes del grifo deben tener como máximo un 0.25% de ese contaminante. De esta manera, se busca que el grifo o la válvula no contribuyan a la contaminación del agua, y si lo hacen, que sea en porcentajes muy bajos, no dañinos para la salud.
En ese sentido, los polímeros presentan una ventaja con respecto a los distintos metales, pues no presentan ese contaminante. Sin embargo, hay que sopesar las características de cada material, de tal modo que se adecue mejor a las condiciones de un diseño o a los requerimientos de cierta instalación. El valor de este proyecto de norma en ese aspecto es exigir la información necesaria para seleccionar adecuadamente. De este modo, el bronce, el latón, el acero y muchos otros metales pueden aportar toda su resistencia y calidad estética, considerando la seguridad de los usuarios.