Elementos que componen a un cable
Los cables están presentes en todas las instalaciones referentes a las conexiones eléctricas, sin embargo, pocas veces estamos conscientes de las características que ayudan a elemento a cumplir de manera segura su función
El conductor es la esencia del cable eléctrico. Está hecho de un metal que transmite la corriente eléctrica. El más utilizado es el cobre, aunque también se llega a emplear el aluminio. La desventaja de este segundo metal es que presenta mayor pérdida de energía, sin mencionar que el cobre conduce con una eficiencia 60% mayor. De hecho, el aluminio sólo se utiliza en cables de transmisión de potencia en las compañías eléctricas, como medio para ahorro de costos.
Mientras tanto el aislamiento es la parte que recubre al conductor. Tiene dos funciones principales: evitar que la corriente eléctrica se pierda y aislar al conductor de contactos externos. Contrario a las propiedades del conductor, evita el paso de la corriente, por lo que regularmente se fabrica con diferentes polímeros o elastómeros. Podemos destacar dos tipos esenciales: los termoplásticos y los termoestables.
Los primeros no sufren transformaciones químicas, y el PVC es el más recurrido. Este material puede soportar una temperatura de 70 °C.
Por otro lado, los termoestables se modifican químicamente, lo que permite compuestos con propiedades mejoradas, sobre todo en cuanto a su resistencia contra el calor. Por esa razón, los mejores materiales termoestables pueden soportar temperaturas de hasta 90 °C, lo cual es especialmente ventajoso, pues permite el paso de mayor cantidad de corriente. Cuanta mayor corriente, más potencia se podrá utilizar en el circuito eléctrico.
Las protecciones metálicas se pueden incluir con fines de protección contra golpes u otras situaciones externas.
Sin embargo, también se utiliza a veces una capa de relleno entre el aislamiento y el conductor, con la finalidad es conservar el aspecto circular del cable. La utilidad de estas protecciones radica en que la forma del cable se puede alterar por el número de hilos en el conductor, y también por factores como diámetros diferentes o formas no circulares en los conductores. Así pues, la capa de relleno consigue la forma redonda que conocemos y la mantiene a lo largo de todo el cable. Sin embargo, es cierto que para cables que operan en baja tensión, no se requiere del control de la distribución del campo eléctrico y por lo tanto puede prescindirse de esta protección. Cabe destacar que en los cables de telecomunicaciones se incluye una pantalla metálica que busca aislar las señales del interior del cable contra posibles interferencias.
La función de la cubierta es simplemente la de proteger la estructura interna del cable contra rasguños o exceso de humedad o de calor. Al igual que el material aislante, se fabrican con polímeros; de hecho, se debe utilizar el mismo plástico en la cubierta y en el aislante. Regularmente se usan PVC y Polietileno en los cables eléctricos, ya que cuentan con alta resistencia a los impactos y a la abrasión. Los materiales termoestables se reservan para su uso en los cables de telecomunicaciones.