El vidriero: la firmeza de un oficio
Un vidriero es una persona que selecciona, corta, instala y retira vidrios en áreas residenciales, comerciales e industriales. Sus actividades tienen una tradición centenaria y desempeñan una labor muy importante en la sociedad actual porque prácticamente todos los inmuebles utilizan vidrio.
La mayoría de los edificios actuales tiene una cantidad considerable de vidrio plano debido a sus características estéticas y funcionales. Desde ventanales hasta fachadas completas, el vidrio está presente en todos los inmuebles. Pero no vamos a hablar del vidrio, sino de la persona que lo coloca y reemplaza: el vidriero. Las vidrierías son comercios fácilmente reconocibles; lo primero que llama la atención al entrar a una de éstas es la cantidad de vidrio de diferentes grosores y tonalidades, que se encuentra recargado en las paredes, o colocado en la mesa de trabajo.
La mayor parte del vidrio utilizado por los vidrieros se fabrica por la técnica de flotado. El distribuidor entrega el vidrio en hojas de gran tamaño que el vidriero tendrá que cortar en piezas más pequeñas ayudado de herramientas especiales como el corta-vidrios. Para poder realizar un corte bien hecho sin echar a perder el material, es necesario que se pase algún tiempo aprendiendo de alguien con experiencia; en México el oficio se aprende de esta manera.
El vidriero está expuesto constantemente a riesgos por el hecho de trabajar con un material tan frágil.
En cuanto al tratamiento, existen varios tipos de vidrio, como el templado, laminado, termoendurecido, termo-laminado, y más. El vidrio templado es el más convencional, el tratamiento térmico al que se somete permite que tenga una mayor resistencia mecánica y resistencia al choque térmico. El vidrio laminado se obtiene de la conjunción de hojas de vidrio unidas por una capa de butiral polivinilo, este material lo hace más resistente a la penetración; además, ayuda a disminuir la intensidad del ruido y la entrada de rayos UV. El termoendurecido se somete a un proceso similar que el vidrio templado, pero el enfriamiento es más lento, lo que provoca que la resistencia mecánica sea más baja. EL vidrio templado-laminado conjuga las características de estos dos tipos de vidrio, tiene mejor resistencia y mayor seguridad.
Un buen vidriero no se fía y asiste al lugar de la instalación para asegurarse que las medidas sean correctas, como sucede con el vidrio fracturado que atiende el encargado de la vidriería ante nuestra presencia: un par de ayudantes han visitado al cliente para asegurarse de que las medida que tienen sean las correctas, examinar cuál es el grosor que necesita y qué artículos hará falta para retirar el vidrio y colocar el nuevo. Una vez que se ha elegido el vidrio correcto, el vidrio está listo para ser colocado.