El gas como combustible
Se denomina gas combustible al que puede ser utilizado en la producción de energía térmica, a través de un proceso de combustión. Este tipo de gases son usados habitualmente en el transporte, calefacción, producción de energía eléctrica y procesos industriales.
El gas natural y gas LP son utilizados principalmente; pero también el acetileno, el propano, el propileno y el hidrógeno son gases combustibles. La mayoría de los gases combustibles se componen total o parcialmente de hidrógeno, metano, monóxido de carbono, propano, etano, butano y vapores de petróleo.
El gas licuado del petróleo (gas LP o GLP) es la mezcla de gases licuados presentes en el gas natural, o disueltos en el petróleo. A temperatura y presión ambientales son gases que incluso pueden licuarse, de ahí su nombre. A grandes rasgos, la mezcla que constituye el gas LP está hecha de propano y butano. México ocupa el cuarto lugar en consumo de gas LP; teniendo que 8 de cada 10 hogares mexicanos utilizaban gas LP como fuente de combustible.
Los gases que forman esta mezcla pueden estar disueltos o asociados con el petróleo.
El gas natural es una mezcla de varios gases ligeros que se encuentra en yacimientos de petróleo. Los gases que forman esta mezcla pueden estar disueltos o asociados con el petróleo. También se hallan en algunos depósitos de carbón. Otra forma para obtener la mezcla es a través de la descomposición de restos orgánicos en las plantas de tratamiento; el gas obtenido así se llama biogás.
Las instalaciones para el uso del gas natural requieren de un regulador de presión, un medidor al comienzo de la instalación y, claro está, que exista una red de distribución de gas natural en la zona.
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