El centro de carga: un confiable administrador
El proveedor de energía eléctrica suministra su servicio a través de la acometida, un grupo de instalaciones de derivación que canalizan la energía eléctrica desde la red de distribución hasta el medidor, pasando en seguida al centro de carga.
El centro de carga, antes que nada, es un concepto técnico que refiere al punto en donde se administrará la energía eléctrica que utiliza una instalación eléctrica permanente, como son las instalaciones de casas, comercios o industrias; pero, también puede –y debe– ser utilizado en instalaciones temporales para conciertos, producciones de cine, exposiciones o eventos que requieren del preciado flujo eléctrico. Dos cosas fundamentales se buscan con el centro de carga: seguridad de la instalación y funcionalidad conforme a las necesidades de cada instalación.
La complejidad de la instalación eléctrica y el nivel de consumo será muy variado dependiendo del inmueble y su actividad. Por ejemplo, un hotel con 100 habitaciones, con abundante iluminación y salones de eventos será muy distinto a una casa habitación de 4 ocupantes con electrodomésticos convencionales; o diferente a una fábrica con maquinaria pesada y operación las 24 horas del día. El centro de carga de cada uno de estos ejemplos será, lógicamente, muy distinto en tamaño y componentes; y no sólo eso: en algunos casos los edificios contarán con múltiples centros de carga para cada zona, con dimensiones y especificaciones muy diversas.
CONCEPTOS BÁSICOS
Un centro de carga es un tablero metálico que contiene una cantidad determinada de interruptores termomagnéticos, también denominados disyuntores, pastillas o “breakers”, normalmente instalados para la protección de los circuitos y los equipos instalados en ellos.
En el caso de que en el tablero contenga exclusivamente interruptores para alumbrado, se conoce como “tablero de alumbrado”; si concentra otros tipos de cargas, se conoce como “tablero de fuerza”; en caso de que contenga interruptores para fuerza y alumbrado se le denomina “tablero de fuerza y alumbrado” o “tablero mixto”.
Dos cosas fundamentales se buscan con el centro de carga: seguridad de la instalación y funcionalidad conforme a las necesidades de cada instalación.
El centro de carga tiene la misión de recibir la energía y administrarla de forma eficiente. En el gabinete metálico se alojan interruptores, conectores y cables eléctricos. Unos conductores reciben la energía eléctrica y otros la suministran a los diversos circuitos derivados que componen la instalación eléctrica. Los centros de carga deben adaptarse al tamaño de la red y a las exigencias eléctricas de un lugar, son el centro de comando del sistema de suministro eléctrico del inmueble.
Un centro de carga consta de tres partes: un recinto, un interior y una moldura. El acero laminado en frío constituye el recinto cuando está en el interior. Si es exterior, se utiliza acero galvanizado. El trabajo del centro de carga es proporcionar protección tanto a los componentes como al personal que tiene contacto con este artefacto. A veces, particularmente cuando existe una construcción adicional, se puede instalar un segundo centro de carga, a veces llamado sub-panel, y alimentarse desde el centro de carga principal.
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