Control del golpe de ariete
El golpe de ariete es conocido como la causa principal que daña las instalaciones hidráulicas, ya que puede producir desde pequeñas fisuras hasta rupturas importantes en las uniones o juntas.
Debido a la importancia de este fenómeno físico, dada la frecuencia con que puede originarse en las instalaciones residenciales, en Todo Ferretería deseamos explicar a continuación: cómo se produce, qué hacer para prevenirlo y cómo puede solucionarse.
DEFINICIÓN
El golpe de ariete es un aumento repentino en la presión interna de la tubería, acompañado por un ruido muy similar al que se produciría si el conducto fuera golpeado por un martillo. Dicho golpe o ruido se genera cuando hay un cambio brusco en la velocidad del caudal en movimiento, el cual, comúnmente, se crea al abrir o cerrar de forma rápida la válvula o grifo instalado en el extremo de la tubería.
El amortiguador de golpe de ariete es una solución sencilla a los choques causados por la interrupción repentina del flujo de agua a alta velocidad.
En el momento del cierre, como el flujo se ha detenido por completo, las partículas que conforman el agua empujan a las que vienen detrás de ellas, pero como éstas seguían moviéndose, se origina una sobrepresión que se desplaza por la instalación, comprimiendo el líquido y dilatando la tubería. De tal manera que se produce una onda de presión hacia el sentido contrario y, por lo tanto, la presión normal de la tubería se reduce y entonces el agua en estado líquido pasa a estado gaseoso, en forma de una burbuja que se produce al momento que la tubería se contrae, así, ambas acciones ocasionan tal sonido.
Además, las variaciones ondulatorias de presión que constituyen el golpe de ariete no sólo son generadas por la apertura o el cierre rápido de una válvula, también es posible que se provoque este fenómeno al arrancar o parar una bomba hidráulica, o como advertencia de la presencia de fallas en la potencia de la bomba.
De igual forma, cuando existe una gran acumulación y movimiento de bolsas de aire al interior de las tuberías, se produce el golpe de ariete, pues el aire atrapado se mueve junto al agua y entonces se compromete la flexibilidad de la instalación, ya que el aire funciona como un resorte que causa múltiples compresiones y expansiones.