Calentadores de Agua a Gas: Eficiencia y Poder

Publicado en: Notas | 23 julio, 2025

Cuando el confort depende del flujo constante de agua caliente, el calentador a gas se gana su lugar como caballo de batalla.

Estos sistemas aprovechan la energía del gas LP o natural para calentar el agua mediante combustión controlada. Ya sea en un tanque tradicional o en modelos de paso, la lógica es simple: una flama calienta un serpentín o depósito, transfiriendo calor al agua en cuestión de segundos. El resultado: duchas largas, platos limpios y operaciones comerciales sin pausa. Pero esta eficiencia viene con condiciones que no se deben tomar a la ligera.

EFICIENCIA EN LA LÍNEA… PERO CON REGLAS CLARAS 

Los calentadores a gas destacan por su bajo costo operativo en comparación con los eléctricos.

En México, el precio del gas suele ser más competitivo, lo que se traduce en facturas más amables. Y si hablamos de rendimiento, los de paso se llevan la corona: proporcionan agua caliente casi sin límite, ideal para hogares grandes o negocios que no pueden darse el lujo de esperar. Además, en zonas con suministro eléctrico inestable, los sistemas a gas funcionan sin depender de la red, un punto a favor en términos de autonomía. En términos de sostenibilidad, cuando el gas sustituye electricidad generada por fuentes fósiles, la huella de carbono puede ser menor, especialmente si el aparato tiene buena eficiencia térmica y cumple con las normas actuales.

NO TODO ES ENCENDER Y USAR

Eso sí: el rendimiento de estos sistemas viene con exigencias.

Su instalación es más compleja y debe cumplir con normativas precisas, como la NOM-002-SECRE-2010.

Necesitan líneas de gas, ventilación adecuada, válvulas reguladoras y, en muchos casos, una chimenea o ducto de extracción. Además, el riesgo de fugas o acumulación de monóxido de carbono exige que sólo personal calificado los instale y dé mantenimiento. No es opcional: es una cuestión de seguridad.

También es importante considerar el espacio físico. Estos equipos requieren áreas bien ventiladas y alejarse de materiales inflamables. Y aunque su mantenimiento no es diario, sí debe ser regular: revisión de quemadores, limpieza de sensores y evaluación de fugas forman parte del ciclo de vida de cualquier calentador a gas responsablemente instalado.

En resumen: poder, eficiencia y ahorro… si sabes dónde y cómo usarlo.

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