Aplicaciones en el pulido
El pulido es una etapa necesaria en muchos procesos de fabricación, puede usarse para mejorar y restaurar la apariencia de ciertas partes u objetos de metal en automóviles y otros vehículos, pasamanos, utensilios de cocina y metal en aplicaciones arquitectónicas.
En otros casos, los metales se pueden pulir como parte de reparaciones o restauraciones generales. La lona y el cuero son ideales para pulir rines, aunque también se pueden utilizar una amplia variedad de otros materiales, como tela de algodón, fieltro, cuero, papel, plástico, piel de oveja, caucho y lana.
El pulido resalta el brillo de las superficies metálicas y mejora el rendimiento de muchos productos esenciales.
El pulido y abrillantado también pueden contribuir a la seguridad en el lugar de trabajo. El pulido, por ejemplo, ayuda a prevenir la corrosión en instalaciones de plomería. Cuando se aplica a las tuberías que se encuentran en las plantas lácteas y farmacéuticas, también destruye las bacterias o el moho y previene la corrosión, lo que garantiza la seguridad del producto.
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