10 años de Todo Ferretería
Este mes festejamos diez años de la existencia de Todo Ferretería. Ha sido una década completa de aprendizaje, satisfacciones e interesantes desafíos.
Para la consecución de nuestros objetivos profesionales, hemos requerido de diferentes herramientas y mecanismos que nos han ayudado a sortear obstáculos. Por otro lado, nuestra publicación ha enfocado parte de sus esfuerzos editoriales a lo largo de estos 10 años, en mostrarle a nuestros lectores las herramientas más valiosas y convenientes. Por ello, quisimos hacer un recuento de las herramientas indispensables en la industria de la construcción, la manufactura y el mantenimiento, necesarias en cualquier sector y a cualquier nivel. Herramientas que se encuentran disponibles en gran variedad de modelos y marcas dentro del canal ferretero.
A manera de analogía, las comparamos con algunos de los valores o virtudes que hemos tenido que desarrollar a lo largo de estos diez años. Enhorabuena a todos los que forman parte de nuestro equipo, y un agradecimiento mayúsculo a nuestros lectores, anunciantes y patrocinadores.
Cuenten con nuestro compromiso de seguir trabajando con entusiasmo y pasión para mantenerlos informados y orgullosos de pertenecer a este sector ferretero, esencial para la economía de nuestro país.
MARTILLO
Los primeros ejemplos de esta herramienta datan de la Edad de Piedra, o sea de hace 9 mil años o más. Los primeros ejemplares no eran más que una piedra atada a un mango de madera con tiras de cuero. A partir del año 4, 000 a.C., cuando el hombre aprendió a usar el cobre y gracias a aportaciones de culturas como la romana, las cabe zas de los martillos comenzaron a fabricarse con dicho material. Con el tiempo, esta herramienta se ha diversificado y su uso se ha especializado exponencialmente. Así, lo mismo el militar, que el geólogo, el mecánico o el doctor que revisa nuestros reflejos al darnos un golpe en la rodilla, usan un martillo hecho especialmente para ellos.
Esta herramienta tiene la capacidad de ayudarnos a construir cosas nuevas, pero también nos brinda la fuerza necesaria en caso de requerir demoliciones de cosas viejas. Del mismo modo, durante estos diez años hemos requerido erigir y apuntalar muchos proyectos nuevos; y, al mismo tiempo, hemos tenido que derrumbar con la fuerza de un martillo autocrítico, otros tantos, viendo siempre hacia el porvenir.