Tipos de impermeabilizantes
Hoy los polímeros usados más frecuentemente para este tipo de compuestos son los acrílicos, los asfálticos, las cementosas, los mantos impermeables y los poliuretanos.
Para una correcta elección, se deben considerar algunos aspectos generales de cada uno de ellos:
Acrílicos: Se encuentran en los impermeabilizantes líquidos, y se componen a partir de resinas. Los polímeros acrílicos tienen gran capacidad elástica y regularmente se aplican con base de agua. Asimismo, los acrílicos poseen una gran durabilidad y resistencia a la tensión, por lo que son ideales en distintos trabajos de construcción, sin que se corra riesgo de cuarteaduras o fisuras. Sus usos más generales son en superficies de concreto, ya sean planas o inclinadas, de lámina o incluso de fibrocemento.
Mantos impermeables: En el ámbito de la construcción existe una amplia diversidad de losas, todas ellas tienen que soportar arduos trabajos mecánicos. Por esta razón, requieren propiedades de elongación, flexibilidad y resistencia al rasgado. En esos casos, se recomienda el uso de los mantos impermeables, los cuales cumplen con esas exigencias y, además, pueden permanecer bajo tierra o en contacto permanente con el agua.
Asfálticos: Se adaptan a cualquier superficie a la intemperie. En este grupo se encuentra el conocido chapopote; sin embargo, hoy las combinaciones son variadas entre cada una de las marcas. Los asfálticos son especialmente útiles en superficies verticales y horizontales, que soporten constantes inmersiones, generen barreras de vapor o, incluso, que se apliquen para recubrimientos pétreos. Existen asfálticos base agua y base solvente.
Poliuretanos: Los impermeabilizantes más resistentes, aunque regularmente de mayor costo, son los poliuretanos. Estos derivados del petróleo son tolerantes contra el tránsito constante, ya sea peatonal o vehicular. Este tipo suele usarse en zonas planas y expuestas a la intemperie, sobre todo en techos.
Cementosas: Reciben su nombre por tener propiedades adhesivas del cemento. Son ideales para el movimiento constante, pero, sobre todo, para mantenerse en contacto permanente con la humedad y el agua. Por ello, este tipo de impermeabilización es especialmente útil para construcciones de concreto o mampostería. Se usa en cisternas o en muros de contención para presas hidráulicas.
En realidad, no existe un tipo que sea superior a los demás. Todos pueden ser efectivos si se seleccionan para las condiciones adecuadas, y se aplican de manera correcta, respetando las instrucciones fabricante.
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