Termomagnético igual a seguridad
El centro de carga puede reaccionar ante la energía calórica que se produce por el consumo de electricidad, lo que representa una medida de seguridad elemental en las instalaciones.
Una característica fundamental de los centros de carga es su factor termomagnético. Esta capacidad es la que le permite la interrupción de la corriente a ciertas intensidades. Es decir, el centro de carga puede reaccionar ante la energía calórica que se produce por el consumo de electricidad, lo que representa una medida de seguridad elemental en las instalaciones. Siguiendo la analogía del corazón, digamos que es la manera que tiene el centro de carga de evitar un infarto o incluso la muerte de todo el sistema.
Los cambios de amperaje, la resistencia o incluso el voltaje requieren de consideración, pues implican aspectos de efectividad y seguridad.
La pastilla termomagnética tiene un punto de salida hacia el circuito interior; de él debe conectarse un conductor hacia el interior de la instalación. La conexión se hace en la parte baja, aunque puede estar al frente o atrás, dependiendo de las características o marca de fábrica del interruptor. Puede ser atornillado o simplemente oprimido. Cuando el acople es correcto, se puede escuchar el sonido de un golpe, que indica que la instalación se ha hecho de manera correcta. Así, el equipo garantiza la protección.
Por otro lado, la altura representa un punto importante en el desempeño del centro de carga. Las medidas deben tomarse desde la parte superior del panel y llegar hasta el suelo. El límite máximo debe ser 2 m de alto en ese rango y lo mínimo 1.8 m. Esto permite una distribución adecuada de la energía, además de una manipulación sencilla para gran parte de la población. Dentro de ese rango recomendado se pueden contemplar aspectos como la localización o la superficie en la que está colocado. Así, pueden existir consideraciones en la altura, pero nunca salir del nivel recomendado.
Por otra parte, una medida de seguridad para resaltar en los centros de carga es su puerta metálica. Esto permite que, en caso de fallas eléctricas, el metal contenga las chispas o el calor, y que no se provoquen daños exteriores. No obstante, la protección también es interna, ya que, de este modo, factores como la lluvia, la humedad o el polvo del exterior no afectan el desempeño del centro de carga. En cualquier caso, es preferible que se coloquen estos “corazones eléctricos” lejos de esas afecciones que puedan perjudicar su desempeño. Así pues, puede suceder el caso de que la instalación eléctrica esté en óptimas condiciones para convertir su casa en su negocio; sin embargo, nunca hace mal revisar el estado de la puerta.
Siempre se debe tener en mente que los sistemas eléctricos son vitales en todas las propiedades del mundo de hoy. Por ello, se requieren centros de carga de suficiente potencia, tanto en los negocios como en las viviendas. Al momento de considerar un cambio en la instalación, es imprescindible que se contemplen todas las observaciones que se han descrito hasta ahora. Se debe recordar que de esta inversión depende el estado del “corazón eléctrico”, y de él, a su vez, depende la salud de toda la instalación eléctrica.
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