Seguridad ante todo: discos de corte

Los discos de corte se utilizan para cortar una variedad muy extensa de materiales, desde aleaciones metálicas (acero, acero inoxidable y aluminio) hasta madera, piedra, hormigón y otros materiales.

 Son considerados herramientas abrasivas, que son fabricadas a partir de materiales abrasivos. Los materiales abrasivos son compuestos de alta dureza capaces de producir desgaste en materiales menos duros, son clasificados de acuerdo a sus diferentes propiedades, como son la dureza, que es definida como la resistencia a la penetración de los materiales; esta propiedad puede ser medida gracias a la definición de varias escalas comparativas, como la escala Mohs, Rosiwal y la escala Knopp. Además de la dureza, otras características que definen a los materiales abrasivos son: la friabilidad, que se define como la capacidad de los granos abrasivos para romperse o auto-afilarse bajo tensión; la tenacidad, que es la capacidad de los materiales de resistir al desgaste y la capacidad de corte, que es determinada por lo afiladas que están las aristas del mineral.

Son una herramienta indispensable que corta, desbasta o lija prácticamente cualquier material, los discos abrasivos tienen innumerables aplicaciones.

Como son herramientas giratorias, no se deben utilizar protectores o elementos colgantes del cuerpo como delantales o mangas de camisa no abotonadas. Al realizar un corte, se debe hacer de tal manera que las chispas producidas se orienten hacia abajo, lejos de la cara y ojos del operario, así como de cualquier material inflamable. La protección para el rostro debe ser de un material no inflamable y las gafas deben tener protección lateral para evitar que partículas desprendidas puedan caer en los ojos desde los lados.

Los procesos de abrasión van más allá del acabado de las superficies, también pueden eliminar impurezas y mantener la higiene necesaria en metales, madera y otra clase de materiales. Al implementar abrasivos se genera polvo residual del procedimiento; por esta razón, no basta con los equipos protectores contra las vibraciones y cortaduras, como los guantes anti-impacto y tapones para los oídos, sino que también se necesitan equipos de protección respiratoria, tales como mascarillas desechables o incluso capuchas, cuando se involucran elementos tóxicos o superficies con ciertos riesgos en tratamientos químicos.