Productos rodenticidas

Si por diversas circunstancias, es víctima de una plaga, lo mejor es pedir una asistencia especializada.

Estos profesionales no sólo se especializan en  los diferentes productos rodenticidas, sino que también usan un pensamiento estratégico para aplicar medidas progresivas y dejar esos productos para casos de emergencia. De cualquier modo, existen ciertos productos que no atentan contra la vida, y que son de un uso más sencillo, aunque para resultados rápidos siempre será preferible la ayuda profesional.

Aquí exponemos algunos de los productos más recurrentes:

Elementos químicos. Cuando se llama a un exterminador, se tiene que estar consciente de que el combate contra las plagas se dará por medio de productos químicos, que pueden resultar nocivos para los humanos y los animales domésticos. Estos productos se pueden aplicar por medio de rociadores o con humo, de ahí que el proceso se conozca como fumigación. Implican un método extremo, es decir, cuando la plaga supera la capacidad de trampas convencionales.

Pegamentos y ganchos. Tal vez las trampas más famosas sean las clásicas de un gancho metálico, que atrapa a las ratas por medio de una carnada. Hoy por hoy también se utilizan trampas con pegamentos que capturan a los ratones con adhesivos de alta efectividad. Sin embargo, este tipo de trampas, si bien son prácticos y efectivos, tienen el inconveniente de que llegan a lastimar a los roedores, por lo que no son la opción preferida para los amantes de los animales y los protectores de la naturaleza.

Trampas de jaula. En contraparte con las anteriores, están las trampas de jaula, que aplican el mismo concepto de los señuelos, pero que no lastiman a los roedores para atraparlos. Por esta razón, son la opción más recomendada por los ecologistas, aunque también son menos prácticas e implican un costo mayor que las tradicionales trampas de gancho.

Por último, hay que señalar que algunos remedios caseros pueden servir como apoyo a las trampas y la asistencia profesional, pero no se deben utilizar como el remedio básico.  Desde el olor de la menta hasta un gato de mascota, son buenas soluciones de asistencia, aunque nunca sustituyen los tratamientos más especializados.

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