Proceso de conexión en el cambio de apagadores

El proceso de cambiar apagadores no raya en lo complejo, sin embargo, que se encargue un profesional de ello, es lo ideal.

Para el proceso de conexión hay que considerar el mismo aspecto en cuanto a los cables, que al momento de desconectarlos: si funcionan a presión o mediante tornillo. En ninguno de los casos hay que ajustar demasiado, ya que se pueden romper las piezas del apagador. Si detectas un crujido al ajustar las terminales, debes desechar el interruptor y utilizar otro. Luego hay que comenzar con la conexión de los cables al interruptor nuevo.

Como los cables suelen ser muy duros para manipular, se puede recurrir a unas pinzas para ajustar el cable pelado a las distintas terminales, ya sean de tornillo, o bien, en caso de que el cable sea lo suficientemente fino, introducirlo manualmente.

Las especificaciones en la instalación eléctrica, como el voltaje y la intensidad de corriente, están expuestas en la caja del producto.

Una vez que se conectaron todos los cables de acuerdo con el armado ideal, se debe regresar el interruptor a la pared. Hay que asegurarse de que esté correctamente orientado; para ello, los fabricantes imprimen guías en el interruptor, como flechas o incluso la palabra “up” en el contacto para tener una referencia clara de la parte superior.

Al regresar los cables a la caja, hay que tener mucho cuidado de no enredarlos o zafarlos de sus conexiones. Es preferible un movimiento suave pero continuo que permita un acomodo preciso. Posteriormente, hay que volver a atornillar el apagador y también la placa.

Es preferible no ejercer demasiada presión, pues puede complicar futuras modificaciones, pero también dañar la estructura de la placa y el apagador. En este momento, es una buena idea activar la corriente eléctrica y probar el apagador unas cuantas veces para notar si funciona correctamente.

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