Plagas de roedores: Ubicar zonas de riesgo

Para evitar una posible plaga de roedores, hay que identificar las zonas de riesgo para  limpiarlas y repararlas de ser posible.

Ranuras y espacios. Cualquier pequeño espacio en una puerta o ventana es una entrada potencial para los roedores. Hay que reparar cualquier abertura entre paredes y techos, así como disminuir al máximo el espacio en las puertas y ventanas. Para impedir que los roedores entren, se pueden bloquear las ranuras con mallas metálicas o rejas; sin embargo, los espacios entre ellas no pueden ser mayores a 18 milímetros, ya que es suficiente para la entrada de cualquier roedor.

Desagües y drenajes. Quizá sea la principal vía de acceso para los roedores. Cuando presentan defectos o aberturas, son incluso más riesgosos, pues permiten la entrada de estos animales en diferentes puntos de la red de desagüe. Un buen hábito es colocar rejillas metálicas en los desagües, sobre todo durante la noche, para impedir que las plagas escapen del drenaje.

Ductos de ascensores. Por último, están los ascensores, elementos que muchas veces pasan años sin mantenimiento y esto puede provocar una higiene deficiente en estos espacios. Para la infestación en los edificios, es un punto clave, ya que permite anidamientos con mucha facilidad. Por ello, hay que extremar las medidas en los departamentos para impedir que las plagas pasen de esos ductos hacia el interior.

Consulta más artículos de interés en nuestra edición de junio.