Pernos, durabilidad y resistencia
Junto con los tornillos, son los instrumentos de sujeción más utilizados.
El origen de los elementos de sujeción se remonta al siglo IV a.C., cuando el filósofo y matemático Arquitas de Tarento, contemporáneo de Platón, inventó la rosca de tornillo. Sin embargo, también se cree que Arquímedes fue el descubridor de este principio, al utilizarlo en dispositivos para transportar agua. Lo cierto es que durante la Revolución Industrial se aceleró el desarrollo de tuercas, pernos y tornillos, con el afán de mecanizar y construir estructuras más sólidas.
En la industria automotriz
Ahora bien, los pernos, como estructuras metálicas, requieren de una gran durabilidad y resistencia, pues se emplean en estructuras de gran volumen. Por esta razón, la mayoría están hechos de acero o de hierro, sobre todo considerando que se utilizan en la industria automotriz. Según el modo de sujeción, se distinguen entre pernos permanentes, que se unen por medio de soldadura, y removibles, que son los que usan el mecanismo de las tuercas para ensamblar estructuras.
1. Cabezas
La forma más frecuente es la figura hexagonal, que se adapta a los vértices y dimensiones de las tuercas. No obstante, también pueden adoptar formas redondas, cuadradas o incluso asimétricas.
2. Roscas
Pueden ser métricos, de unión o autorroscantes. Los primeros se combinan en diámetros iguales; los segundos no tienen ninguna clase de rosca; y los terceros se usan en materiales blandos.
3. Tamaño
Como los pernos se aplican en ámbitos diversos, desde domésticos hasta industriales, sus dimensiones son variadas. Sin embargo, el tamaño más pequeño para estos utensilios es de 6 mm.
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