Partes de una lija

Publicado en: Notas | 27 diciembre, 2021

Las herramientas abrasivas tienen una gran importancia, sobre todo porque pueden utilizarse con distintos objetivos. Las superficies pueden alisarse, pulirse, abrillantarse o simplemente limpiarse con el procedimiento de lijado.captura-de-pantalla-2019-09-13-a-las-11-26-01

Lijar es el paso fundamental para obtener acabados impecables. La importancia de este proceso tiene como resultado la delicadeza de una superficie estética. Sin embargo, este proceso es tan necesario como específico. Si no se utiliza el abrasivo correcto, se pueden obtener resultados no deseados en las superficies, o dejar las clásicas estrías en las mismas. Esos defectos pueden evitarse con una selección informada de las herramientas abrasivas. Aunque el proceso requiera del rigor y también de la fuerza, es un tratamiento delicado que nunca debe subestimarse.

Tipo de grano. La lija no es el material abrasivo en sí misma, sino que esta función la realizan los minerales que se adhieren al soporte. Los tipos de grano se clasifican de acuerdo con su composición. Los de carburo silicio tienen la propiedad de ser muy puntiagudos y de ofrecer siempre nuevas aristas, por lo que ofrecen mejor acabado que ningún otro de los minerales. Son utilizados para lijar metales no ferrosos, como el cobre, aluminio, así como el vidrio, plástico, piedra, cerámica y todos los recubrimientos, como lacas, barnices y pinturas automotrices.

Tamaño del mineral. Más allá de la composición, el mineral se clasifica por el tamaño. Gracias a un proceso de cribado, se obtienen distintos valores de graduación, que también tienen aplicaciones específicas. El tamaño del mineral corresponde a la cantidad de divisiones por pulgada lineal que tiene el tamiz con el que se ha cribado.

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Las lijas cargan la responsabilidad de preparar superficies, pero depende de nosotros encontrar la mejor opción para cada tarea.

Soporte o respaldo. Como mencionamos, los minerales abrasivos deben adherirse a un soporte para conformar la lija. Hoy en día podemos clasificarlos en cuatro grandes grupos: papel, tejido (tela) que puede ser de algodón o poliéster, fibra vulcanizada y película film (plástico). El primero es el más conocido y el más barato de todos, se caracteriza por su flexibilidad y versatilidad. Son las clásicas lijas para trabajos manuales, sobre todo reconocidas en el lijado de madera y la famosa lija de agua. En segundo lugar, la tela se utiliza para trabajos que requieran mayor resistencia a la ruptura, se utiliza principalmente en las lijadoras de banda gracias a su balance entre la resistencia y flexibilidad.

Aglutinante o adhesivo. Con este nombre se conoce al pegamento que adhiere los minerales al soporte. Dependiendo de las aplicaciones se puede usar diferentes tipos de resinas sintéticas con la finalidad de garantizar mayor resistencia y flexibilidad de acuerdo con su aplicación.

Recubrimiento. Existen lijas que contienen aditivos adicionales que evitan el embosamiento o tapado de la lija durante el trabajo de materiales untuosos, tales como maderas resinosas, yeso, lacas, pintura.

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