Los Tres Fantásticos: bomba, tubería y tinaco
Disfrutar de un abundante caudal de agua potable cada vez que lo necesitemos, es una maravilla en cualquier inmueble. Sin embargo, para lograr lo anterior, se requiere de una buena instalación hidráulica, un adecuado mantenimiento, así como de un proveedor que nos suministre agua de calidad.
Abordaremos tres de los elementos esenciales para el sistema hidráulico de nuestro inmueble: la bomba, el sistema de tubería y el tinaco de agua.
El impacto directo a la salud de la población por el tipo de agua que utiliza para sus actividades cotidianas, es indiscutible. Hoy, más que nunca, el usuario debe estar mejor informado de la calidad del agua que recibe del sistema público, así como de la calidad de su instalación para administrar y utilizar el agua potable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 80% de todas las enfermedades en los países en vías de desarrollo, son causadas por la falta de agua limpia y saneamiento adecuado; sobre todo a la población infantil.
Por muchos años se ha hecho énfasis en la importancia de cuidar el agua, de utilizarla con responsabilidad y economía, instalando equipos o artefactos ahorradores en nuestras edificaciones. Se ha recomendado supervisar instalaciones para evitar fugas y contaminación. Lamentablemente, la realidad es que en nuestro país, aún estamos lejos de que la población en general se lo tome más en serio, logrando un cambio cultural en el uso responsable del agua.
La cultura por el uso del agua debe empezar por estar verdaderamente conscientes, de la complejidad creciente de la disponibilidad del agua: a veces abundante, pero en la mayoría de los casos, cada vez más escasa. El significativo costo de su extracción, transportación, potabilización, almacenamiento, y distribución en la red pública. Para darle un verdadero valor, el usuario debe pagar por el agua, lo que realmente cuesta tenerla a la disposición inmediata en un grifo.
Claro, como ciudadanos, es aconsejable supervisar y exigir al organismo proveedor de agua, inversión adecuada en todo el sistema, para mantener un abasto constante y de calidad. Pero además de todo lo anterior, se debe cuidar la calidad y cantidad de agua en nuestras edificaciones, instalando equipos de bombeo, tuberías, cisternas y tanques de almacenamiento, adecuados, de calidad, y siempre con el mantenimiento oportuno.
El agua que bebemos
El agua limpia y transparente, además de verse así, debe ser potable, definiendo ésta como aquella utilizada para el consumo humano, que puede ser consumida sin restricción para beber o preparar alimentos. Ese proceso de conversión de agua común, en agua potable, se le denomina potabilización y existen muchas técnicas para lograrlo.
La calidad del agua que nos suministra el organismo proveedor en nuestra localidad, dependerá por tanto, de la infraestructura de potabilización y distribución que tenga. En ciertos casos, el costo del agua puede ser muy alto debido a la necesidad de tratar el agua muy ampliamente, antes de transformarla en agua potable. Otro factor importante son los requerimientos para transportar el agua desde su origen hasta el punto de consumo, así como la infraestructura para almacenar el agua que se capta en los períodos en que ésta abunda, para usarla en los periodos de escasez. La acometida de agua, conocida popularmente como la “toma de agua”, es el punto final de toda una red de procesos y abasto, así como el punto inicial de nuestro sistema que, puede mantenerla en un estándar de calidad alto, o bien, puede desperdiciarla y contaminarla, lamentablemente.
