Los inconvenientes de la baja presión del agua

Es uno de los problemas más recurrentes en los edificios residenciales, este inconveniente se presenta con un avance de lento, dando unas cuantas señales en el principio, casi imperceptibles. 

Algunas de los primero síntomas es el hecho de que en la regadera y grifos no salga la misma cantidad de agua, o que el calentador de agua no encienda. Es vital solicitar una revisión lo antes posible, apenas se notan estas señales, ya que, de dejar pasar más tiempo, el problema puede recaer en perder el suministro de agua por un largo periodo de tiempo o bien que alguna tubería se rompa, generando un costo mucho mayor.

Lejos de los problemas técnicos que la baja presión puede generar. La rutina general de los usuarios se ve afectada, debido a que, con la baja cantidad de agua que se distribuye, los tiempos que tomaba realizar una tarea, se alargan, generando atrasos.

Una de las causas principales de este problema tan común es la acumulación de cal o sedimentos que obstruyen el libre paso del agua en las tuberías. Una fuga en la red hidráulica puede ser también una buena razón para la carencia en la presión. Además a estas causas, el hecho de contar con tuberías viejas, produce (y con razón) la falta de presión en el agua. Quizá sea un buen momento para renovar la instalación o para una limpieza exhaustiva, no olvides de llamar a un profesional, para recibir el asesoramiento necesario.

¡Conoce más artículos de interés en nuestro portal!