Tributo a la herramienta manual
Las herramientas de mano han sido utilizadas por el hombre (y la mujer) desde la edad de piedra, cuando se utilizaron guijarros de distinto tamaño para tareas de martilleo; o fragmentos de piedras con filo, como herramientas de corte.
Durante la edad de bronce las herramientas mejoraron su capacidad, gracias a la fundición de las aleaciones de cobre y estaño; las herramientas de bronce eran más agudas y duras que las de piedra. Con la llegada la edad del hierro, las herramientas hechas de este material, se hicieron aún más fuertes y duraderas.
Desde los inicios de la revolución industrial y hasta nuestros días, la fabricación de herramientas han pasado de una simple manufactura artesanal, a una compleja fabricación industrial, incorporando análisis de ergonomía; tecnología de materiales y diseños multipropósito. Hoy, las propiedades mecánicas de las herramientas de mano están determinadas por el material del que están manufacturadas, en el caso de metales de sus aleaciones y sus tratamientos térmicos. Algunos ejemplos de herramientas de mano son palas, sierras tijeras de podar, rastrillos, martillos, llaves inglesas, pinzas, desarmadores y cinceles. Conocer las tareas y la condiciones del lugar de trabajo, donde se van a utilizar; es de vital importancia para la selección de las herramientas adecuadas.
Las herramienta manuales se pueden clasificar, por su uso, en herramientas de corte, medición y comprobación; trazado, sujeción, de corte, de serrar, de limar, taladrar, rebajar, trocear, golpear, atornillar y desa tornillar. Hay herramientas de uso general, de uso semiprofesional, profesional e industriales de alta especificación.