Estrés hídrico y tratamiento de aguas residuales
Con el crecimiento de la población, la disponibilidad del agua se ha visto mermada en los últimos años.
En 1910 había disponibles 31 mil m3 por habitante al año, para 2010 disminuyó a 4,230 m3 anuales por cada mexicano. El agua es el elemento más importante en nuestro planeta. Sin embargo, sólo el 2.55% de toda el agua del planeta es dulce (es decir, que tiene pocas sales disueltas). La mayor parte de agua dulce se encuentra en glaciares y capas de hielo en Groenlandia y la Antártica, y otra porción importante está en depósitos subterráneos difíciles de alcanzar.
Sólo un 0.3% del agua dulce se localiza en lugares accesibles como ríos y lagos. El agua no sólo compone en mayoría al planeta; también al cuerpo humano, pues un 60% de nuestro organismo es agua. Otros seres vivos tienen en mayor o menor medida un importante porcentaje del líquido: 98% frutas como el melón y 65% los peces.
El estrés hídrico sucede cuando la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible en un periodo determinado de tiempo.
En los estados del norte se utiliza más del 40% del agua disponible, número ya considerado como una fuerte presión sobre el recurso del agua por la Organización de las Naciones Unidas. El Valle de México muestra un grado de estrés aun más alarmante: 119%. Esto significa que se utiliza más agua de la que se dispone naturalmente, y que debe traerse el líquido de otras cuencas para cubrir la demanda de la zona.
Tratamiento de aguas residuales
Primero, es fundamental disminuir la cantidad de aguas residuales y la concentración de contaminantes que éstas contienen; cuidando que los ríos, lagos y mares se mantengan en buenas condiciones para llevar a cabo el ciclo natural de regeneración del agua, reduciendo los contaminantes antes de ser arrojadas a cuerpos de agua. El tratamiento dependerá de los contaminantes que tenga dicha agua: no es lo mismo el agua a la que se le dio un uso doméstico, que el agua residual de una fábrica con procesos químicos. En México, se le da tratamiento al 36% de aguas provenientes de descargas municipales y sólo al 15% de aguas residuales industriales.
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