Embellecer muros

Elemento de visibilidad inmediata

En muchas construcciones es lo primero que apreciamos y, junto con las puertas y las ventanas, conforma la imagen de la fachada, es decir, el primer impacto de una edificación. Los muros también son elementos funcionales; desde una sencilla división hasta formar parte de la estructura de un edificio. También es cierto que existen distintas clases de muros, pero en todos ellos se necesita un proceso de resane y recubrimiento, que los protejan contra diversas condiciones. Además, ese primer impacto se forma gracias al factor estético de los acabados en los muros.

Se debe tener especial cuidado en la selección de los materiales, pues de ello puede depender la seguridad de muchas personas

En las disciplinas de la ingeniería y la construcción es innegable la importancia de los muros. Producen un efecto de seguridad y solidez en toda la construcción. Al igual que los techos, deben resistir las inclemencias del tiempo y todo eso sin deteriorarse. Por esta razón, se debe tener especial cuidado en la selección de los materiales, pues de ello puede depender la seguridad de muchas personas. Con todo eso en mente, los invitamos a ver unos cuantos rasgos importantes en la formación estética de los muros.

Tipos de muros
Por la función que tienen dentro de una construcción, los muros pueden clasificarse en varios tipos. No sólo se trata de una simple división de espacios, sino que, como sabemos, hay algunos muros estructurales que influyen en la estabilidad de todo un edificio. Los materiales son variados: concreto, ladrillo, piedra o incluso mármol. Para englobar, todos ellos, hablemos de los tipos de muros de mampostería en general:

Soporte de carga: Usualmente se utilizan ladrillos, piedras o bloques de concreto para construirlos, ya que reciben la carga del techo y la depositan en los cimientos. Pueden ser tanto exteriores como interiores.

Muros reforzados: Algunos problemas que pueden presentar los muros de mampostería son el desarrollo de grietas y fisuras, así como la poca resistencia a factores de lluvia y viento. Para ello, se refuerzan los muros con varillas metálicas o malas de alambre. De esta manera, se incrementa la capacidad para resistir el peso, y también para soportar diversas condiciones de clima. En zonas sísmicas estos muros son especialmente útiles, pues también se vuelven resistentes a los movimientos de la tierra y se reduce el riesgo de grietas y fisuras.

Muros huecos: Se trata de muros con una cavidad en su interior. Presentan dos funciones principales: uno, evitar que la humedad alcance el interior del edificio, y dos, controlar la temperatura. Estos muros de mampostería son muy útiles para restringir el calor que ingresa en la construcción. Además, el control de la humedad se realiza con un sistema de drenaje.

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