El cepillo eléctrico: herramienta para desbaste
El cepillo eléctrico es una herramienta muy útil para los trabajos de carpintería y ebanistería, ya que rebaja y alisa la madera en menos tiempo que el cepillo manual. Mantenerlo en óptimas condiciones significa obtener de él el máximo provecho.
El cepillado es un proceso común en la carpintería, consiste en retirar las imperfecciones generadas en la madera durante el aserrado, alistonado y otros procedimientos de transformación para dejarla perfectamente uniforme. Para llevar a cabo tal labor, durante mucho tiempo se usaron cepillos sencillos cuya forma básica consta de un bastidor de madera o metal, y aunque se siguen empleando, los cepillos eléctricos permiten hacer el trabajo más rápido y con mucho menos esfuerzo. Si bien ambos sirven para lo mismo, el uso que se le dé depende de la complejidad del trabajo; los manuales son más prácticos en lugares de difícil acceso. Mientras que el el cepillo eléctrico se usa para un mayor desbaste, como quitar marcas de la sierra.
En el mercado existe una gran variedad de cepillos eléctricos, sus características varían de acuerdo con la marca. Una diferencia importante es su potencia, que está comprendida entre los 350 y 7000 W con revoluciones que oscilan entre las 11.000 y 17.000 por minuto (rpm). La base tiene, por lo regular, una medida aproximada de 300 mm, con una profundidad de cepillado que va desde 0 hasta 82 mm, y de rebaje de 0 hasta 18 mm, y suele estar fabricada de aluminio de alta calidad.
Su uso es sencillo y preciso, sólo deben darse pasadas paralelas, uniformes en velocidad y sin necesidad de detenerlo.
En casi todos los modelos, las cuchillas suelen ser reversibles para su mejor aprovechamiento, y pueden tener un sistema automático de protección, de tubo de aspiración y de una bolsa que captura el polvo. Para facilitar un trabajo fino, algunos están equiparados con una guía de bordes o de rebaje que permite cepillar bordes y hacer cortes muesca. Hay modelos que tienen un soporte trasero que evita que la herramienta descanse sobre sus cuchillas o sobre su cuerpo. La mayoría tiene ranuras en V que facilitan el achanflado.
También su diseño tiene un botón de ajuste del cepillo que combina el grueso de virutas y la guía que permite una regulación continua. Cada marca tiene su propio diseño, sin embargo, la empuñadura de los cepillos eléctricos es suave, lo que optimiza su manipulación. El valor en el mercado de esta clase de cepillos va desde $1,899.00 para las versiones más sencillas y estándar, hasta los $5,000 para las de mayor potencia de trabajo.
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