Criterios de selección en grifos para cocina: Espacio y diseño

Como en toda selección, se deben considerar muchos factores externos, es decir, del propio entorno (en este caso la cocina), para definir la clase de grifo que se elegirá.

Espacio

Lo primero y más importante es el área en la que se quiere colocar. Olvidemos por un momento los factores de diseño, con los que después trataremos de conseguir una armonía en el espacio. Por el momento debemos pensar en las posibles limitaciones o en el potencial para el fregadero. Hay que considerar el perímetro del mismo, así como su distancia de la pared.

En este punto también entran los distintos muebles que rodeen la zona donde se colocará el grifo, o también si existe una ventana cuya apertura pueda verse bloqueada por el grifo. En todos esos casos se debe generar una relación proporcional, es decir, un vínculo entre el tamaño del fregadero y el espacio disponible para el grifo. Sólo de esta manera se garantiza la verdadera funcionalidad de estos componentes en la cocina.

Colocación

Puede parecer un punto redundante considerando todo lo anterior, pero hay un pequeño matiz entre uno y otro. Una vez considerado el espacio y los factores del entorno, se puede proceder a una sencilla decisión para colocar el grifo: si debe colocarse en la encimera, que es la opción más común, o bien, en la pared, elección que, aunque más compleja, permite un gran ahorro de espacio en el fregadero y puede ser una solución práctica para lavar trastes con más eficiencia.

Diseño

Ahora sí: cuando ya se contemplaron los aspectos de espacio y colocación, se puede proceder a la parte estética. Lo más recomendable es que nunca se sacrifique la funcionalidad por un diseño bonito, pues lo mejor es que se logren equilibrar ambos aspectos. Para ese propósito, existen grifos con distintos acabados, ya sea de latón, plateados, dorados o hasta negros, con el fin de permitir una adaptación para diferentes diseños.

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