Consejos para la conservación de la instalación hidráulica

El éxito o el fracaso de una instalación hidráulica recae en una correcta elección de los materiales para su construcción, su instalación adecuada y un mantenimiento y usos responsables por parte de los usuarios.

Materiales en las tuberías

Actualmente, los más utilizados son de PVC y de polietileno (PE), aunque existen los tubos metálicos, pero son poco recomendables, ya que se deterioran muy rápido y pierden su efectividad por oxidación, además de su alto coste frente a los de PE y de PVC, que tienen buena resistencia al desgaste, gran facilidad de montaje y larga efectividad, con alrededor de cien años de vida útil.

Preservar la instalación

Desde el tamaño de la grava y su colocación, se puede saber si el tubo de drenaje funcionará de manera correcta; por lo cual, éste se debe cubrir de manera progresiva, asegurando y comprobando constantemente que cada parte haya quedado bien cubierta, y antes de tapar por completo la excavación, se deberá realizar una prueba de drenaje.

Cualquier sistema de drenaje de edificios debe tener un mantenimiento preventivo, así como inspección profesional y vigilancia periódica.

Para evitar que la grasa entre en contacto con el sistema de drenaje, se debe colocar una trampa de grasa para drenar los desechos de las cocinas, la cual es una pequeña cámara de inspección, donde la grasa flota y debe eliminarse a diario de modo manual.

Algunas indicaciones para instruir a los usuarios.

En el fregadero de la cocina, no deben tirarse restos de comida, hierbas de té o polvo de café, aceite ni cualquier otro tipo de residuo; en el sanitario, no se elimina el papel higiénico ni los pañales, toallas absorbentes, preservativos y, mucho menos, los tubos de pasta de dientes; en los desagües del lavabo, el lavamanos y la ducha, es importante utilizar un filtro o coladera, que retenga el material sólido que pueda provocar un taponamiento en la tubería.

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