Consecuencias de las sobretensiones

Una sobretensión es una descarga alta, rápida y pasajera en un circuito eléctrico y deteriora paulatinamente los componentes de los aparatos eléctricos y electrónicos y posibles daños permanentes.

Las sobretensiones pueden causar grandes daños a nuestros dispositivos eléctricos y electrónicos, sus efectos van desde la interrupción momentánea de trabajo, hasta la destrucción total de un equipo o instalación. Algunas de las consecuencias de las sobretensiones son:

Disrupción. Se refiere a la interrupción de las operaciones del sistema, a la pérdida y corrupción de datos, o bien, a fallos “inexplicables” en las computadoras.

Degradación. Cuando los componentes eléctricos y los circuitos son expuestos a sobretensiones, estos se degradarán paulatinamente, lo que disminuirá la vida útil de los equipos e incrementará las posibilidades de fallos en su sistema.

Daños. En caso de que las sobretensiones sean de gran magnitud, pueden dañar los componentes o las placas de los circuitos, lo que puede llegar a incendiarlas y provocar la destrucción del equipo y la instalación eléctrica. Afectan en mayor medida a equipos electrónicos, informáticos y de telecomunicaciones.

Las sobretensiones transitorias se transmiten a través de las redes de distribución de corta duración y se localizan entre los conductores o entre el conductor y la tierra.

PROTECCIÓN.

A pesar de que las sobretensiones han existido desde que aparecieron las redes eléctricas, hoy en día la necesidad de protección es mayor, debido a que el desarrollo tecnológico ha permitido que los componentes electrónicos sean más pequeños, pero a la vez más sensibles a las perturbaciones eléctricas. La mayoría de los sistemas eléctricos cuentan con diversas medidas de seguridad para evitar los cortocircuitos y descargas eléctricas, por ejemplo, los cuadros eléctricos disponen de protecciones como interruptores automáticos, magnetotérmicos y diferenciales que resguardan la instalación contra las sobretensiones.

Es buena idea asegurarnos de que nuestros aparatos eléctricos y electrónicos estén protegidos con descargadores de sobretensión para piezas individuales. No obstante, los elementos de protección convencionales no son suficientes para evitar las consecuencias de las sobretensiones transitorias, ya que su activación es más lenta, es por eso que debemos contar con una puesta en tierra.

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