Conexiones domésticas

Uno de los mercados más importantes en el sector eléctrico es el que se enfoca en casas y oficinas.

Este sector exige ciertas características, sobre todo para buscar la efectividad y la practicidad de la instalación. En ese contexto, el cobre se utiliza con mayor frecuencia porque cumple con los requisitos que mencionamos. Como las conexiones de cobre no implican un gran grosor, son prácticas de instalar en ductos de poco tamaño y también cuentan con la flexibilidad necesaria para realizar las tareas de instalación.

Otra de las razones por las que los conductores de cobre se prefieren en edificios es su capacidad para no deformarse. El cobre permite realizar conexiones específicas, como en una terminal de prensa, sin que se afecte la forma del conductor. En este tipo de conexiones el aluminio puede extenderse, sobre todo por la presión de los tornillos, lo cual disminuye el área activa del conductor y debilita la conexión. Además, a este tipo de inconvenientes se asocia el riesgo de sobrecalentamiento o incluso incendio del circuito.

Se trata de un metal sumamente útil en el sector eléctrico, que combina esa regla de lo bueno y lo barato.

Una última ventaja de los conductores de cobre es su resistencia mecánica, superior a la del aluminio. Los dobleces que se realizan en los conductores eléctricos exigen resistencia para los materiales. En ese sentido, el cobre ofrece una durabilidad mayor, ya que esa resistencia mecánica de la que hablamos, aunada a su coeficiente de elasticidad, impide que se perjudique la conexión.

Por todo esto, el cobre es el material más eficiente en la conductividad eléctrica. Toda esta gama de propiedades equilibra su precio con la durabilidad y la resistencia. No obstante, siempre debemos recalcar la importancia de que un profesional realice las labores de instalación, puesto que una deficiencia en ese aspecto no se puede solventar ni con el mejor material del

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