Candados, cerradura portátil

Son dispositivos de seguridad que permiten proteger puertas, cajones u otros objetos. Están compuestos por una caja metálica con un mecanismo que se abre con llave o con una combinación numérica.

A todos nos interesa la seguridad de nuestros objetos, en especial aquellos que son valiosos. Una opción para protegerlos es a través de un candado, que es una cerradura portátil que se engancha a determinados sitios y bien puede funcionar para asegurar bicicletas, cadenas, puertas, maletas y, en los lugares de trabajo, los escritorios o casilleros en el gimnasio. Se les puede encontrar en diferentes marcas, modelos, tamaños y precios. La calidad de sus materiales proporcionará la seguridad para que no pueda ser abierto con ningún implemento y que resista las condiciones ambientales al estar en el exterior. En sus múltiples variaciones se encuentran los que vienen integrados a cadenas –empleados para asegurar bicicletas o rejas-, aquellos con combinaciones numéricas y los que abren con huellas dactilares.

1 . Arco

Una de las partes del candado que está más propensa a ser violentada es el arco, por lo que los fabricantes han desarrollado diferentes tecnologías para poder evitar que la puedan violar con cizallas, gatos o sierras.

2 . Forma y tamaño

Es necesario saber sobre qué superficie va a ser colocado, la forma del arco es la que determina dónde puede ponerse, debido a que dentro del arco se introduce el objeto que va a ser resguardado.

3 . Material

La seguridad en un candado depende, en su mayor parte, de la resistencia de los materiales que se utilizaron para su fabricación. El más común es el acero, aunque ya los hay de aluminio y zinc.

Cuidados necesarios
Por el uso y el lugar donde se tiene, el candado está expuesto a elementos que se adhieren tanto a sus mecanismos exteriores como a los internos, lo que a la larga ocasiona problemas para abrirlo. Los candados que se utilicen en entornos con mucho polvo o corrosivos, deben limpiarse y lubricarse cada tres meses. Para limpiarle utilice aire a presión para expulsar todo el polvo del perfil y de las aberturas del arco. Use un lubricante especial no graso y dé golpecitos sobre una mesa para distribuirlo en el interior. Inserte la llave, abra y ciérrelo. Nunca utilice lubricante seco de grafito ni de silicona.

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