Baterías de litio: una oportunidad

El litio es un elemento altamente reactivo, lo que significa que una gran cantidad de energía se puede almacenar en sus enlaces atómicos.

Una batería regular de iones de litio puede almacenar 150 volts-hora de electricidad en 1 kilogramo de batería, mientras que una de níquel metal hidruro (NiMH), en el mejor de los casos, hasta 100 volts: por su parte, una de plomo-acido tan sólo puede almacenar 25 volts-hora. Además un paquete de baterías de iones de litio pierde sólo un 5 por ciento de su carga por mes, en comparación con una pérdida de 20 por ciento por mes, para las baterías de NiMH.

Las propiedades de estas baterías como la ligereza de sus componentes, elevada capacidad energética, resistencia a la descarga y muy bajo efecto memoria; han permitido ofrecer al mercado baterías ligeras, pequeñas y de alto rendimiento en sectores donde hasta hace poco sería impensable, como el suministro de energía para operar autos eléctricos o para  la operación de herramientas de poder.

Hoy las baterías de litio se utilizan en la mayoría de los aparatos electrónicos.

México cuenta con el segundo yacimiento más grande de litio a nivel mundial, por lo que existe una oportunidad potencial de crecimiento en diversas industrias que requieran de baterías de litio, como por ejemplo herramientas eléctricas o en la industria automotriz. Y en este sentido, cabe destacar que nuestro país abastece de aproximadamente el 40% de autopartes tan sólo a EUA, por lo que en el corto y mediano plazo, las baterías de litio mexicano podrían tener un importante papel para la economía nacional.

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