Aplicaciones de la resina epóxica: Pintura, adhesivos y electricidad
Muchos fabricantes ofrecen una gama muy completa de productos, que resuelven distintas problemáticas y todos están basados en este polímero, lo que habla de su gran capacidad y lo amplio de su campo de aplicación.
Acabados y pinturas
En primer lugar, destacaremos su uso como recubrimiento, pues tiene la capacidad de proteger contra la corrosión y mejorar la durabilidad de las capas de pintura. A menudo las resinas epoxi también se utilizan como capas de imprimación, pues permiten mejor adhesividad en las nuevas capas de pintura y también mejoran la resistencia de todo el recubrimiento.
También se emplea como recubrimiento para madera, con el fin de mejorar su apariencia y durabilidad. Se utilizan en pisos, no sólo para mejorar la resistencia, sino también para provocar un brillo atractivo y mejorar la estética del espacio. Por estos últimos factores también suele usarse como recubrimiento en la industria automotriz.
Adhesivos
La segunda aplicación más importante de estas resinas son los adhesivos estructurales. Como mencionamos en las propiedades, su buena adhesividad permite la fabricación de productos de alto rendimiento y dureza que se utilizan en ámbitos industriales de gran exigencia, tales como la fabricación de automóviles, aviones o incluso en barcos.
Además, permiten una gran variedad de productos que varían en sus propiedades de flexibilidad o rigidez, así como en su transparencia. Asimismo, las resinas epoxi se destacan por una gran resistencia al calor y a la tracción; si el curado de uno de estos adhesivos se realiza con calor, puede presentar un excelente blindaje contra agentes químicos y también una resistencia a la tracción muy elevada.
Aparatos eléctricos y electrónicos
La capacidad aislante de las resinas epoxi las convierte en una buena opción para recubrir distintos generadores, transformadores o incluso motores, con el fin de protegerlos contra distintas condiciones. En cuanto al ámbito electrónico, suele ser frecuente su uso para encapsular transistores o circuitos integrados, con el propósito de protegerlos ante circunstancias como el polvo y la humedad.
Del mismo modo, se emplean a menudo para pegar elementos electrónicos, así que combinan su propiedad adhesiva con su capacidad de aislante eléctrico en una misma aplicación.
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