Almacenar y Mezclar el Cemento

Publicado en: | 16 enero, 2020

La clave para el uso del cemento radica en dos momentos principales: el almacenamiento y la mezcla. Tal vez un tercer factor es la selección correcta; sin embargo, como señalan los expertos la gran variedad de productos en el mercado simplifica la elección, al existir un tipo de cemento para cada necesidad.

ALMACENAR

El almacenamiento es mucho más importante de lo que suele pensarse. De hecho, las condiciones óptimas de los bultos de cemento potencian sus características durante su uso. ¿Cómo se logran esas condiciones? Bueno, ya destacamos el factor de la humedad en este proceso. Para ello, se debe empezar por cuidar la ventilación del lugar de almacenamiento, además de verificar que no existan grietas ni aberturas que permitan la entrada del agua. Otro detalle importante tiene que ver con la manera de apilar el cemento. Deben organizarse de tal modo que bloqueen los accesos de humedad.

La mejor manera de almacenarlos es seguir la siguiente proporción: 14 sacos de altura para periodos de 30 días, y 7 sacos de altura para almacenamientos de hasta dos meses. También es prudente cubrir los sacos con mantas o con algunas cubiertas impermeables. Hay que combinar estas recomendaciones con un buen manejo logístico de los sacos; es decir, hay que seguir el simple principio de usar primero los sacos que tienen más tiempo de almacenamiento.

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MEZCLAR

Por otra parte, en la mezcla tiene que ver mucho con la proporción de los materiales. La proporción indica que por cada medida de cemento se deben usar dos de arena y una de grava. Las cantidades se pueden medir con carretillas o bien con la misma pala para mezcla, dependiendo del tamaño de la construcción, entendiendo que estas recomendaciones son para obras de pequeño o mediano alcance. Hay que mezclar muy bien los ingredientes, moviéndolos hasta que queden homogéneos. Sólo hasta que se haya conseguido una textura uniforme, se puede añadir agua en la mezcla.

Siempre se debe mantener control del agua que se agrega en la mezcla, de tal modo que la consistencia no se pierda conforme se humedece. Una recomendación final es la verificar la calidad de los compuestos. Para los componentes áridos, se prefieren las rocas trituradas de formas prismáticas libres de adherencias. En cuanto al agua, debe ser potable preferentemente y evitar los contaminantes en la misma, ya que pueden influir en la textura y la propiedad de adhesión del cemento. En todos los casos, se tienen que seguir las recomendaciones del fabricante, pues garantizan la mayor calidad en los trabajos.

Apilar los sacos sobre una tarima de madera evitará que entren en contacto con el frío, y evitará que se endurezca.

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